|  | Catálogo General Una
        paciente y sostenida labor de veinte y seis años concluye con la presente catalogación
        de un millar de obras pictóricas de Armando Barrios. Largos años de vida activa en el ejercicio de la pintura, definen
        la vocación indeclinable de Armando Barrios en una secuencia sostenida, identificada con
        la sinceridad y con un comportamiento vital reflexivo, ajeno siempre a todo aquello que no
        fuese la identidad consigo mismo, valga decir, la fidelidad entre el ser y las cosas,
        entre la existencia y los hechos que la configuran. Las coordenadas que sostienen estas obras han sido, y siguen siendo:
        la luz, el ser humano en sus más hondas y quizás más simples esencias, el ritmo, el
        silencio y la música, la verticalidad de una conducta y las razones del más puro amor
        por eso que, a pesar del tiempo, se ha llamado, se llama y tal vez continuará
        llamándose: la pintura. Hermanada con la música, acompasada por la poesía y por los modos
        de callar que suelen acompañar la soledad creadora y revelar a la criatura humana en su
        más diáfana mismidad, la pintura de Armando Barrios - como él mismo ha dicho -
        manifiesta y expresa un testimonio: el de haber vivido y el de seguir viviendo por la
        pintura como primera razón de ser, y desde la pintura, en esa aproximación en la que
        todo hombre se ejercita en su afán individual o colectivo de entrever la verdad. Este catálogo tiene como finalidad sumarse a ese testimonio, a la
        síntesis de un quehacer en función de vida y de vocativa acción en lo que el ser tiene
        de más esencial: su propia identidad.  Reyna Rivas   
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