1. "Los Ratones"
Ateneo de Caracas, 1965



2. "Viva Medea o la Cultura Occidental"
(Detalle)

Década de los Sesenta

Barboza asume su lenguaje artístico, realizando sus primeros collages, bajo la influencia del Pop Art norteamericano, a la vez que profundiza en la técnica del grabado y litografía. De esta experiencia y con su participación en el grupo "El Pez Dorado" y en el Hotel-Taller "El León de Oro" surgirán dos muestras importantes: en el año 64 re-crea la ciudad y sus objetos en lo que llamó "Ciudad con Máquina Demoledora", en el 65 a partir de la investigación de la imagen como conflicto, aborda la despreocupación anatómica y espacial de ésta, en la exposición que se llamó "Arte Conflicto", asumiendo la Neofiguración como su propuesta pictórica.

Una nueva e interesante propuesta catalogada por la crítica como algo sin precedentes en Venezuela, ocupa a Barboza. Se trata de la serie que titula "Los Ratones" (imágenes#1 y 2) en homenaje al film "Nosferatu" de Friedrich Murnau: 32 dibujos y diversos objetos bidimensionales por él re-elaborados, que tenían elementos de participación por parte del público y que expondrá en el Ateneo de Caracas en 1967

De esta serie y con una manifiesta connotación signica y simbólica apreciamos en la imagen #2 "Medea o la Cultura Occidental", un homenaje a los sentimientos humanos y a la Cultura Occidental, representada por una figura de mujer, en madera recortada y pintada ,en cuyas manos sostenía una flor y una pistola y en el pecho afloraba un corazón que al abrirlo presentaba "un departamento de reclamo". La cara-que imitaba una artista de los años 20- contenía en su interior un espejo, que a su vez reflejaba a quien lo manipulaba. La cabeza sostenía "un Partenón en miniatura". Entre sus piernas había ratones retozando, quienes además se encontraban también en otros de los compartimientos.

Con un evento que se genera a partir de un desfile de modas para el año 2.000, Barboza sorprende a los espectadores con "Miss Garbo" Una figura de madera tridimensional en homenaje a la leyenda de Greta Garbo, cuyo traje-armario podía ser manipulado por el espectador. En 1968 a esta propuesta se le otorga en el XXIX Salón Oficial de Arte Venezolano el premio Henrique Otero Vizcarrondo y posteriormente el artista viajará a Londres donde iniciará sus estudios en el London College of Printing.

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